Victoria de la fe
Secretos para obtener las promesas de Dios
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Carlos Chen
Carlos Chen 18 de octubre de 2020
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Sanando heridas en el alma

¿Cómo sanar las heridas del alma? Descubre cómo Dios sana tus heridas emocionales en tu alma con este nuevo Podcast.

Todos hemos sufrido rechazo en este mundo, algunos lo hemos superado pero muchos quedamos con una herida profunda en el corazón que no sana con el tiempo. El rechazo tiene múltiples niveles y cadenas que provocan el rechazo hacia otros, el temor al rechazo, el autorechazo, incluso rechazamos el amor de Dios.

Hay traumas emocionales que no hemos resuelto de nuestra niñez o adolescencia, o traumas provocados por eventos; como accidentes o fracasos en nuestra vida, que han dejado una herida profunda, que no permite que la bendición de Dios nos cubra completamente.

Esto provoca en nosotros un trauma espiritual, una herida dentro de nuestra alma que solo Dios puede curar. 

Lucas 4: 18 nos dice que el Espíritu Santo vino a ministrar a los quebrantados de corazón.

El Espíritu del Señor está sobre mí,Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;

Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;

A pregonar libertad a los cautivos,

Y vista a los ciegos;

A poner en libertad a los oprimidos;

Lucas 4:18

La palabra herida se deriva de la palabra griega trauma. Cuando leemos la parábola del buen samaritano en Lucas 10:34 que nos dice,” y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él.” 

El aceite representa el ministerio del Espíritu Santo y el vino ilustra la Palabra de Dios.

Mateo 13:15 nos dice:

Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado,

Y con los oídos oyen pesadamente,

Y han cerrado sus ojos;

Para que no vean con los ojos,

Y oigan con los oídos,

Y con el corazón entiendan,

Y se conviertan,

Y yo los sane.

Mateo 13:15

Aquí se nos enseña que debemos ver y oír para que el corazón entienda, y entonces se convierta, se arrepienta y así Dios pueda sanarnos.

¿Cómo sanar nuestras heridas en el alma? es por medio del Espíritu Santo, Él nos debe ayudar a recordar y hacer memoria del evento donde ocurrió la herida espiritual, para así llevarlo en oración.

Así como dice Efesios 1: 17-18, “para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,

Sanar tus heridas requiere el aceite del Espíritu Santo, el vino que es la Palabra de Dios, y abrir tus ojos espirituales que son el entendimiento, la revelación y la sabiduría para saber cual es la herida para orar por sanidad.

Debes orar y citar la palabra de Dios que promete liberación y sanidad. Por eso leer la Biblia, meditar en ella y orar; es importante para una vida espiritual sana y bendecida.

—

Esta es una breve oración que puedes repetir para ayudarte a encontrar y sanar heridas en tu alma:

Dios Padre, gracias por enviar a tu hijo Jesucristo y a tu Espíritu Santo; me has dado acceso a tus promesas de sanidad, prosperidad, salvación y liberación.

Abre mi ojos y oídos espirituales, para conocer qué tipo de heridas tengo en mi alma, que impiden que reciba completamente tu bendición en mi vida. 

Ayúdame a encontrar mis heridas por medio de tu revelación, sana mi corazón quebrantado y herido por el rechazo; con el aceite de tu Espíritu y con el vino de las promesas que recibo de tu Palabra.

Construye en mí una fuerte relación contigo, para hacer tu voluntad y ministrar a otros con el mismo amor, bendición y poder que he recibido de ti.

En el nombre de Jesús, Amén.

—

Cada herida, rechazo o trauma que puedas recordar; llevalo en oración al Espíritu Santo, busca en tu Biblia las promesas de Dios, y citalás en tu oración en voz alta. 

Confía que Dios es poderoso para liberar y sanar.

Carlos Chen
Carlos Chen 18 de octubre de 2020
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Las raíces de amargura contaminan tu bendición

¿Qué son las raíces de amargura? y ¿Cómo afectan nuestra relación con Dios? La Biblia nos enseña que las raíces de amargura contaminan nuestra vida. Aprende a identificar las raíces de amargura y a conseguir la libertad que Cristo nos ofrece con este Podcast de Victoria de la fe.

14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.

15 Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;

Hebreos 12:14-15

Hebreos 12:15 nos enseña que nuestra amargura nos contamina a nosotros y a quienes nos rodean. También nos aleja de la gracia y la bendición de Dios. Otras versiones de la Biblia señalan que la amargura nos trastorna y también envenena a las personas.

El versículo 12 de ese mismo capítulo nos pide que nos esforcemos en vivir en paz y santidad con los demás.

Pero ¿Qué es una raíz de amargura? La raíz de amargura muchas veces nace cuando no perdonamos, pero también nace cuando realizamos juicios y decisiones respecto a otra persona en momentos de enojo o ira. Provocando un círculo vicioso de amargura y frustración. 

Otras veces las raíces de amargura nacen en nuestro intento de cambiar a los demás, o en momentos en los cuales perdemos la confianza de otra persona o de nosotros mismos por una mala decisión, quedando el resentimiento de la amargura.

Cuando juzgamos las decisiones y el comportamiento de una persona; y nos llenamos de amargura, rabia y otras emociones negativas. En ese momento nuestro juicio se contamina, esto Jesús lo llama “viga”.

1 No juzguéis, para que no seáis juzgados.

2 Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido.

3 ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?

4 ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo?

5 !!Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.

Mateo 7:1-5

Las raíces de amargura nos ponen una venda en los ojos, con una perspectiva de lentes contaminados por el prejuicio de nuestra amargura.

Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.

Efesios 4:31

Todas las emociones mencionadas en este versículo bíblico son progresivas, cada una de esas emociones negativas conducen a otra emoción negativa más intensa.

Si permites que la amargura forme una raíz en tu vida, esta te llevará al enojo por tu indignación, ese enojo se transformará en ira, la ira en gritos y los gritos en maldiciones. En otras palabras, calumnias que son nuestro intento de herir a los demás con nuestras palabras. 

La malicia es el deseo de transformar tus emociones negativas en una realidad que lastime física, emocional y espiritualmente a la otra persona.

Perdonar a los demás, la meditación de la Palabra de Dios y la oración constante examinando nuestro corazón, mientras pedimos la dirección del Espíritu Santo; es lo que nos permitirá eliminar e identificar cuando tenemos raíces de amargura.

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Haz conmigo esta oración para examinar tu corazón, pedir perdón y liberación al Espíritu Santo de raíces de amargura.

Espíritu Santo, venimos en oración y reverencia delante de ti para que perdones y elimines las raíces de amargura que hay en mi corazón. 

Trae a mi mente esas situaciones donde mi corazón se llenó de amargura, para poder pedirte perdón y liberación.

Perdona y rompe las ataduras de las raíces de amargura que tenga en mis emociones, voluntad y espíritu; que nublan mi razón por haber juzgado en mi amargura, enojo e ira. Contra mis amigos, familiares, compañeros de trabajo y cualquier otra persona. Quita la viga sobre mi juicio nublado por la amargura, hazme libre de toda maldición, pecado y condenación.

Hazme más consciente de mis emociones, mejorando mi inteligencia emocional. Sana mis heridas emocionales y espirituales provocadas por la amargura, cierra las puertas que he abierto para que el enemigo no tenga más entrada en mi vida.

Te lo pido en el nombre de Jesús, Amén. 

Carlos Chen
Carlos Chen 18 de octubre de 2020
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La falta de perdón una atadura emocional

Escucha nuestro podcast o lee el devocional:

Descubre el veneno que destruye tu paz y felicidad. La falta de perdón no te permite alcanzar la bendición de Dios en todas las áreas de tu vida. En este devocional de Victoria de la Fe, te ayudaremos a conseguir tu libertad emocional, para abandonar la amargura, el resentimiento, la ira y el enojo.


Cuando una persona no perdona, guarda odio en su corazón, este odio no le permite conseguir una completa felicidad y paz, especialmente si has sufrido el abuso por parte de un ser querido que traicionó tu confianza.
Es peor el caso si la víctima no recibe justicia, mientras el agresor está libre y sin castigo. Como resultado la víctima se siente desamparada, sin esperanza, traicionada, viviendo con arrepentimiento, amargura, resentimiento, ira y enojo.

El odio y la falta de perdón son una atadura espiritual que te impide ser plenamente feliz, daña tu relación con los demás porque siempre recuerdas esa traición y ese dolor inconscientemente. Te ata al pasado y no te deja avanzar en tu futuro, te es difícil confiar en otras personas, y pospones emprendimientos sociales o de negocios por miedo al fracaso.

La falta de perdón impide que la bendición de Dios sobreabunde en ti, vives con algún tipo de escasez física o espiritual porque es una atadura que maldice tu vida.

Por ese motivo, Dios nos ordena perdonar a nuestros enemigos para romper esa maldición en tu vida y así la bendición de Dios puede llenar tu vida completamente.

Tu odio hacia aquella persona que te hizo daño es humanamente justificado. Sin embargo al aceptar a Jesucristo como tu Señor y Salvador; dejaste de ser ciudadano de este mundo para convertirte en ciudadano del Cielo y obedecer la Palabra de Dios.

Dios nos ordena que debemos perdonar a los que nos ofenden, como Él perdonó nuestros pecados. Jesús lo deja muy claro cuando nos enseña sobre cómo debemos orar en Mateo.

14 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;

15 mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.

Mateo 6: 14-15

Jesús explica que si nosotros no perdonamos, Dios no nos perdonará. De tal forma podemos entender que nuestras oraciones tampoco serán plenamente escuchadas si no perdonas.

En Mateo 18, Jesuscrísto nos relata una parábola sobre dos deudores, cuando Pedro le pregunta a Jesús,¿cuántas veces tenemos que perdonar? Jesús responde 70 veces 7, en otras palabras perdona ilimitadamente.

Luego Jesús comienza el relato de los dos deudores en Mateo 18, comencemos a leer desde el versículo 23:

23 Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos.

24 Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos.

25 A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda.

26 Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.

27 El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda.

28 Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes.

29 Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.

30 Mas él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda.

31 Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado.

32 Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste.

33 ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti?

34 Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía.

35 Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas.

Mateo 18: 23-35

Jamás recibirás el perdón completo por tus pecados por parte de Dios, si tu no perdonas a quien te causó daño.

Puedes argumentar: “el pecado que he cometido contra Dios nunca se comparara con el pecado que me hicieron. Yo jamás le causaré daño a nadie, como a mi me lo hicieron. Dios perdonará, pero yo jamás lo haré.”

Estas palabras te atan, te maldicen, eres rebelde y estás desobedeciendo a Dios. Si deseas ser libre de esta atadura que te impide ser feliz e impide que la bendición de Dios sobreabunde en tu vida. Debes perdonar, debes obedecer a Dios sin importar lo que sientas.

El perdón es una decisión, no un sentimiento, si esperas sentir perdonar nunca lo harás. El perdón es decidir obedecer a Dios, estás perdonando porque decides creerle a Dios y no a tus sentimientos.

Perdonar no significa que esa persona no será castigada por la justicia y la ley, sino que decides poner tu resentimiento en las manos de Dios.

Perdonar no significa que se restaura la relación con esa persona. Dios no te pide que seas amigo de un asesino o violador.

Dios solo te pide que le obedezcas y lo perdones. Luego el Espíritu Santo hará el resto.

Perdonar te hará libre del resentimiento, del odio, de la ira, del enojo que impiden que seas feliz y tengas paz. Dios quiere que seas feliz, por eso te pide que perdones.

Recuerda que durante más profunda es la herida más duele, y cuando un médico toca esa herida, puede doler aún más. El tratamiento para curarla muchas veces es doloroso, pero poco a poco comenzarás a sentir mejoría.

Así mismo debes permitir que Dios sane esa herida que te ha causado dolor por tanto tiempo, permite que sane tu corazón.


Repite esta oración conmigo:

Padre, me duele mucho mi corazón herido. Fui traicionado por… (aquí menciona los nombres de las personas), Esta persona me causó mucho daño… (aquí menciona el daño que te provocaron).

Yo me siento o me sentí sucio, miserable, traicionado, que no tengo valor, hoy todavía me cuesta creer en las personas, me cuesta tener confianza conmigo. Estoy aquí para que me sanes, sana mi espíritu, mis emociones, mi voluntad herida, mis pensamientos. Necesito de tu guía, tu amor y tu perdón.

Yo no siento perdonar a esa persona, pero decido hacerlo por obedecerte a ti. Porque te amo, porque confío en ti como mi Salvador. Jesús ayúdame a perdonar… (menciona el nombre de esas personas), como tu me has perdonado.

Decido creerte a ti, y no a mis emociones. Líbrame del resentimiento, del odio, de la ira, del enojo y de la amargura. Guíame hacia el perdón, y llename completamente de tu Espíritu Santo.

En el nombre de Jesús, Amén.

Carlos Chen
Carlos Chen 1 de septiembre de 2020
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Predica y ministración con Deuteronomio 28

Escucha nuestro podcast o lee el devocional:

¿Quieres conocer cual es la bendición de Dios? ¿Cómo Dios puede bendecir a tu familia?
¡Hoy te desafiamos a conseguir su bendición!

Ten tu Biblia a mano, un corazón dispuesto a alabarlo, y separa algo de tu tiempo para escuchar este Podcast que cambiará tu vida con la bendición de Dios.

Accede a la versión resumida de esta parte de la predica visitando el siguiente enlace: El poder de meditar en la Palabra de Dios

Dios hace un pacto de bendición con Israel en Deuteronomio 28 1:14 Este pacto esta disponible para nosotros.

Este pacto de bendición de Dios tiene 3 condiciones:

La primera condición es ser obediente, Saúl fue desechado como rey de Israel por su desobediencia … Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros.

1 Samuel 15:22

La segunda condición es escuchar su voz, Israel tuvo que esperar 40 años para entrar a la tierra prometida.

Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones, Como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto, Donde me tentaron vuestros padres; me probaron, Y vieron mis obras cuarenta años. A causa de lo cual me disgusté contra esa generación, Y dije: Siempre andan vagando en su corazón, Y no han conocido mis caminos. Por tanto, juré en mi ira: No entrarán en mi reposo.

Hebreos 3: 7 al 8

Y la última condición es lo que dice Jesús:

El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.

Juan 14:21

La manifestación de Dios es nuestra bendición. Una relación con Dios a través de su hijo Jesucristo es la mejor forma de demostrar nuestro amor por Dios.

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¿Quieres la bendición de Dios? cumple estas 3 condiciones aceptando a Jesús como el sumo sacerdote de tu hogar. No endurezcas tu corazón y escucha lo que Dios te quiere decir hoy.

Isaías 55 del 6 al 8

Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.

Te desafío a que busques tu biblia y leas el capítulo completo de Isaías 55 en voz alta, mientras escuchas la siguiente alabanza sobre el alcance de la bendición de Dios sobre tu familia

Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones;

Deuteronomio 7:9

Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.

Hechos 16 :31

Busca en tu Biblia Deuteronomio 28: 1 al 14 leeremos las bendiciones de la obediencia. Si tienes Youtube o usas Spotify pon la canción llamada La Bendición del grupo musical Elevation Worship, escuchalas de fondo mientras leemos.

Conozcamos la bendición que Dios tiene para ti, tus hijos y los hijos de tus hijos, hasta mil generaciones.

Comencemos la lectura bíblica de Deuteronomio 28

1 Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra.

2 Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios.

3 Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo.

4 Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas.

5 Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar.

6 Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir.

7 Jehová derrotará a tus enemigos que se levantaren contra ti; por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de delante de ti.

8 Jehová te enviará su bendición sobre tus graneros, y sobre todo aquello en que pusieres tu mano; y te bendecirá en la tierra que Jehová tu Dios te da.

9 Te confirmará Jehová por pueblo santo suyo, como te lo ha jurado, cuando guardares los mandamientos de Jehová tu Dios, y anduvieres en sus caminos.

10 Y verán todos los pueblos de la tierra que el nombre de Jehová es invocado sobre ti, y te temerán.

11 Y te hará Jehová sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, en el país que Jehová juró a tus padres que te había de dar.

12 Te abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado.

13 Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas,

14 y si no te apartares de todas las palabras que yo te mando hoy, ni a diestra ni a siniestra, para ir tras dioses ajenos y servirles.

Deuteronomio 28:1-14

¿Quieres recibir esta bendición para ti y toda tu familia? ¿Deseas hacer pacto con Dios? Pacto de obediencia, a sus mandamientos.

El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.

Juan 14:21

¿Quieres ser amado por el Padre y el Hijo? Guarda sus mandamientos, eso demuestra tu amor por Dios.

Repite conmigo:

Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.

Josué 1:8 8

Recuerda que meditar su Palabra de día y de noche te ayudará a guardar sus mandamientos y a prosperar tu camino.


Dios pide de nosotros obediencia, sin embargo si no obedecemos a Dios hay consecuencias por la desobediencia que maldicen nuestra vida.

Haz clic para acceder a la versión resumida: ¿Qué es vivir en maldición según la Biblia?

En las Escrituras la maldición es la aplicación del juicio de Dios por la desobediencia al pacto y su ley.

Toda persona que rechaza el regalo de la salvación de Dios, decidiendo vivir sin depender de Él, esta rechazando la bendición de su pacto. Como consecuencia cae en maldición.

16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.

18 El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.

19 Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.

20 Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.

21 Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.

Juan 3: 16 al 21

Si rechazas a Jesús, estás en condenación. Quienes obstinadamente desobedecen a Dios experimentan las consecuencias de un estado de maldición, por motivo de que ellos mismos porque aborrecen la luz y se apartan del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Pero quienes aceptan a Jesús como salvador de sus almas, hacen pacto con Dios y reciben acceso a su bendición.

Cristo nos redimió de la maldición de la Ley, haciéndose maldición por nosotros (pues está escrito: «Maldito todo el que es colgado en un madero»), para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzara a los gentiles, a fin de que por la fe recibiéramos la promesa del Espíritu.

Gálatas 3: 13-14


Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás

Efesios 2:1-3

Si quieres recibir la bendición de Dios y salir de la maldición. Debes aceptar el regalo de la Salvación por medio de Jesús.


Te recomendamos que pongas música cristiana en Youtube, Spotify o tu reproductor de música. Y lee conmigo Deuteronomio 28 del 15 al 68 para que conozcas las consecuencias de la desobediencia.

Presta atención porque muchas personas están viviendo en estas maldiciones y no lo saben. Estas maldiciones son el resultado de la iniquidad, en futuros Podcast hablaremos específicamente de este tema.

Lectura de Deuteronomio comenzando desde el versículo 15

15 Pero acontecerá, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán.

16 Maldito serás tú en la ciudad, y maldito en el campo.

17 Maldita tu canasta, y tu artesa de amasar.

18 Maldito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas.

19 Maldito serás en tu entrar, y maldito en tu salir.

20 Y Jehová enviará contra ti la maldición, quebranto y asombro en todo cuanto pusieres mano e hicieres, hasta que seas destruido, y perezcas pronto a causa de la maldad de tus obras por las cuales me habrás dejado.

21 Jehová traerá sobre ti mortandad, hasta que te consuma de la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella.

22 Jehová te herirá de tisis, de fiebre, de inflamación y de ardor, con sequía, con calamidad repentina y con añublo; y te perseguirán hasta que perezcas.

23 Y los cielos que están sobre tu cabeza serán de bronce, y la tierra que está debajo de ti, de hierro.

24 Dará Jehová por lluvia a tu tierra polvo y ceniza; de los cielos descenderán sobre ti hasta que perezcas.

25 Jehová te entregará derrotado delante de tus enemigos; por un camino saldrás contra ellos, y por siete caminos huirás delante de ellos; y serás vejado por todos los reinos de la tierra.

26 Y tus cadáveres servirán de comida a toda ave del cielo y fiera de la tierra, y no habrá quien las espante.

27 Jehová te herirá con la úlcera de Egipto, con tumores, con sarna, y con comezón de que no puedas ser curado.

28 Jehová te herirá con locura, ceguera y turbación de espíritu;

29 y palparás a mediodía como palpa el ciego en la oscuridad, y no serás prosperado en tus caminos; y no serás sino oprimido y robado todos los días, y no habrá quien te salve.

30 Te desposarás con mujer, y otro varón dormirá con ella; edificarás casa, y no habitarás en ella; plantarás viña, y no la disfrutarás.

31 Tu buey será matado delante de tus ojos, y tú no comerás de él; tu asno será arrebatado de delante de ti, y no te será devuelto; tus ovejas serán dadas a tus enemigos, y no tendrás quien te las rescate.

32 Tus hijos y tus hijas serán entregados a otro pueblo, y tus ojos lo verán, y desfallecerán por ellos todo el día; y no habrá fuerza en tu mano.

33 El fruto de tu tierra y de todo tu trabajo comerá pueblo que no conociste; y no serás sino oprimido y quebrantado todos los días.

34 Y enloquecerás a causa de lo que verás con tus ojos.

35 Te herirá Jehová con maligna pústula en las rodillas y en las piernas, desde la planta de tu pie hasta tu coronilla, sin que puedas ser curado.

36 Jehová te llevará a ti, y al rey que hubieres puesto sobre ti, a nación que no conociste ni tú ni tus padres; y allá servirás a dioses ajenos, al palo y a la piedra.

37 Y serás motivo de horror, y servirás de refrán y de burla a todos los pueblos a los cuales te llevará Jehová.

38 Sacarás mucha semilla al campo, y recogerás poco, porque la langosta lo consumirá.

39 Plantarás viñas y labrarás, pero no beberás vino, ni recogerás uvas, porque el gusano se las comerá.

40 Tendrás olivos en todo tu territorio, mas no te ungirás con el aceite, porque tu aceituna se caerá.

41 Hijos e hijas engendrarás, y no serán para ti, porque irán en cautiverio.

42 Toda tu arboleda y el fruto de tu tierra serán consumidos por la langosta.

43 El extranjero que estará en medio de ti se elevará sobre ti muy alto, y tú descenderás muy abajo.

44 El te prestará a ti, y tú no le prestarás a él; él será por cabeza, y tú serás por cola.

45 Y vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te perseguirán, y te alcanzarán hasta que perezcas; por cuanto no habrás atendido a la voz de Jehová tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos, que él te mandó;

46 y serán en ti por señal y por maravilla, y en tu descendencia para siempre.

47 Por cuanto no serviste a Jehová tu Dios con alegría y con gozo de corazón, por la abundancia de todas las cosas,

48 servirás, por tanto, a tus enemigos que enviare Jehová contra ti, con hambre y con sed y con desnudez, y con falta de todas las cosas; y él pondrá yugo de hierro sobre tu cuello, hasta destruirte.

49 Jehová traerá contra ti una nación de lejos, del extremo de la tierra, que vuele como águila, nación cuya lengua no entiendas;

50 gente fiera de rostro, que no tendrá respeto al anciano, ni perdonará al niño;

51 y comerá el fruto de tu bestia y el fruto de tu tierra, hasta que perezcas; y no te dejará grano, ni mosto, ni aceite, ni la cría de tus vacas, ni los rebaños de tus ovejas, hasta destruirte.

52 Pondrá sitio a todas tus ciudades, hasta que caigan tus muros altos y fortificados en que tú confías, en toda tu tierra; sitiará, pues, todas tus ciudades y toda la tierra que Jehová tu Dios te hubiere dado.

53 Y comerás el fruto de tu vientre, la carne de tus hijos y de tus hijas que Jehová tu Dios te dio, en el sitio y en el apuro con que te angustiará tu enemigo.

54 El hombre tierno en medio de ti, y el muy delicado, mirará con malos ojos a su hermano, y a la mujer de su seno, y al resto de sus hijos que le quedaren;

55 para no dar a alguno de ellos de la carne de sus hijos, que él comiere, por no haberle quedado nada, en el asedio y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en todas tus ciudades.

56 La tierna y la delicada entre vosotros, que nunca la planta de su pie intentaría sentar sobre la tierra, de pura delicadeza y ternura, mirará con malos ojos al marido de su seno, a su hijo, a su hija,

57 al recién nacido que sale de entre sus pies, y a sus hijos que diere a luz; pues los comerá ocultamente, por la carencia de todo, en el asedio y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en tus ciudades.

58 Si no cuidares de poner por obra todas las palabras de esta ley que están escritas en este libro, temiendo este nombre glorioso y temible: JEHOVÁ TU DIOS,

59 entonces Jehová aumentará maravillosamente tus plagas y las plagas de tu descendencia, plagas grandes y permanentes, y enfermedades malignas y duraderas;

60 y traerá sobre ti todos los males de Egipto, delante de los cuales temiste, y no te dejarán.

61 Asimismo toda enfermedad y toda plaga que no está escrita en el libro de esta ley, Jehová la enviará sobre ti, hasta que seas destruido.

62 Y quedaréis pocos en número, en lugar de haber sido como las estrellas del cielo en multitud, por cuanto no obedecisteis a la voz de Jehová tu Dios.

63 Así como Jehová se gozaba en haceros bien y en multiplicaros, así se gozará Jehová en arruinaros y en destruiros; y seréis arrancados de sobre la tierra a la cual entráis para tomar posesión de ella.

64 Y Jehová te esparcirá por todos los pueblos, desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo; y allí servirás a dioses ajenos que no conociste tú ni tus padres, al leño y a la piedra.

65 Y ni aun entre estas naciones descansarás, ni la planta de tu pie tendrá reposo; pues allí te dará Jehová corazón temeroso, y desfallecimiento de ojos, y tristeza de alma;

66 y tendrás tu vida como algo que pende delante de ti, y estarás temeroso de noche y de día, y no tendrás seguridad de tu vida.

67 Por la mañana dirás: !!Quién diera que fuese la tarde! y a la tarde dirás: !!Quién diera que fuese la mañana! por el miedo de tu corazón con que estarás amedrentado, y por lo que verán tus ojos.

68 Y Jehová te hará volver a Egipto en naves, por el camino del cual te ha dicho: Nunca más volverás; y allí seréis vendidos a vuestros enemigos por esclavos y por esclavas, y no habrá quien os compre.

Deuteronomio 28:15-68

¿Cuántas naciones, pueblos, culturas y personas conoces que están viviendo estas maldiciones? ¿Acaso sucede algo similar en tu país, en tu barrio, o tu familia?

Recuerda que la maldición es la aplicación de la ley y el juicio de Dios por la iniquidad de una persona o una nación. Por eso personas, familias o naciones, muchas veces sufren estas consecuencias

¿Qué podemos hacer para cambiar la maldición en bendición? 2 de reyes 22 nos habla del rey Josías, cuando al leer la ley en deuteronomio 28, descubre que Israel no cumplio este pacto.

Y cuando el rey hubo oído las palabras del libro de la ley, rasgó sus vestidos. En otras palabras se lamento terriblemente. Y dijo: Id y preguntad a Jehová por mí, y por el pueblo, y por todo Judá, acerca de las palabras de este libro que se ha hallado; porque grande es la ira de Jehová que se ha encendido contra nosotros, por cuanto nuestros padres no escucharon las palabras de este libro, para hacer conforme a todo lo que nos fue escrito.

En 2 de reyes 22: 16 Así dijo Jehová: He aquí yo traigo sobre este lugar, y sobre los que en él moran, todo el mal de que habla este libro que ha leído el rey de Judá; por cuanto me dejaron a mí, y quemaron incienso a dioses ajenos, provocándome a ira con toda la obra de sus manos; mi ira se ha encendido contra este lugar, y no se apagará. Más al rey de Judá que os ha enviado para que preguntéis a Jehová, diréis así: Así ha dicho Jehová el Dios de Israel: Por cuanto oíste las palabras del libro, y tu corazón se enterneció, y te humillaste delante de Jehová, cuando oíste lo que yo he pronunciado contra este lugar y contra sus moradores, que vendrán a ser asolados y malditos, y rasgaste tus vestidos, y lloraste en mi presencia, también yo te he oído, dice Jehová. Por tanto, he aquí yo te recogeré con tus padres, y serás llevado a tu sepulcro en paz, y no verán tus ojos todo el mal que yo traigo sobre este lugar.

—

Cuando Josias consultó con Dios ya era demasiado tarde. Por eso te recomende que leyeras Isaías 55 donde dice:

Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.

Isaías 55: 6-8

Busca a Dios mientras pueda ser hallado.. Todavía estamos a tiempo para buscar a Dios, su perdón y recibir su bendición.

Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra. Ahora estarán abiertos mis ojos y atentos mis oídos a la oración en este lugar;

2 de crónicas 7 del 14 al 15

En este momento Dios esta atento a tu oración. Nosotros no íbamos a realizar este Podcast, el tema que teníamos propuesto era otro. Pero el Espíritu Santo de Dios nos puso la carga de hacer este mensaje. Porque estas a tiempo de recibir su misericordia.


Oración de perdón por la iniquidad

Humilla tu corazón delante de Dios y repite esta oración en voz alta:

Padre, vengo en el nombre de tu hijo Jesucristo. No conozco tu ley, ni tampoco la he obedecido por falta de conocimiento. Te pido perdón por mis pecados e iniquidades, por mi desobediencia, por mi rebelión. Enséñame tus mandamientos para poder obedecerlos.

Me humillo delante de ti para que perdones mis iniquidades, y rompas las maldiciones sobre mi persona y mi familia. Sana mis finanzas, mi vida, mi salud, mi familia, el trabajo de mis manos, mi creatividad. Bendiceme señor, quiero hacer pacto de obediencia contigo.

Lo pedimos en nombre de Jesús, Amén.


Tenemos que aprender a obedecerlo, para ello debemos estudiar su Palabra, meditar en ella de día y de noche como dice Josué 1:8.

En Victoria de la fe seguiremos publicando contenido para ayudarte a conocer más a Dios y sus mandamientos.

Escucha este audio las veces que sea necesario. Comparte esta predica con aquellos que lo necesitan y recibe más promesas de la bendición de Dios visitando Victoria de la Fe en nuestro perfil de Instagram.

Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.

1 de Juan 5:4
Carlos Chen
Carlos Chen 30 de agosto de 2020
Podcast
3

¿Qué es vivir en maldición según la Biblia?

Escucha nuestro podcast o lee el devocional:

¿Qué es vivir en maldición según la Biblia? ¿Cuándo dejamos de recibir la bendición de Dios? Descubre la respuesta a estas preguntas en este devocional

En las Escrituras la maldición es la aplicación del juicio de Dios por la desobediencia al pacto y su ley.

Toda persona que rechaza el regalo de la salvación de Dios, decidiendo vivir sin depender de Él, esta rechazando la bendición de su pacto. Como consecuencia cae en maldición.

Juan 3: 16 al 21

16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.

18 El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.

19 Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.

20 Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.

21 Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.

Juan 3: 16 al 21

Si rechazas a Jesús, estás en condenación.  Quienes obstinadamente desobedecen a Dios experimentan las consecuencias de un estado de maldición, por motivo de que ellos mismos porque aborrecen la luz y se apartan del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Pero quienes aceptan a Jesús como salvador de sus almas, hacen pacto con Dios y reciben acceso a su bendición.

13 Cristo nos redimió de la maldición de la Ley, haciéndose maldición por nosotros (pues está escrito: «Maldito todo el que es colgado en un madero»), 14 para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzara a los gentiles, a fin de que por la fe recibiéramos la promesa del Espíritu.

Gálatas 3:13-14

1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3 entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.

Efesios 2:1-3

Si quieres recibir la bendición de Dios y salir de la maldición. Debes aceptar el regalo de la Salvación por medio de Jesús.

—

Oración

Conoce a Jesucristo como tu salvador  y reconciliarte con Dios.  Repite conmigo esta oración para recibir la bendición de Dios.

Padre del cielo, vengo delante de ti reconociendo que eres el único y verdadero Dios. Con humildad te confieso que soy un pecador. He vivido de una forma que no te agrada y que me ha alejado de ti. Ya no quiero vivir enredado en amarguras, mentiras, odios, decepciones y en inmoralidad. Quiero vivir para ti, Señor Jesús. Por esta razón te pido perdón.

Entiendo que tu amor por mí es tan grande, que enviaste a tu único hijo Jesús, para que muriera en una cruz por mis pecados. Acepto a Jesús en mi corazón como mi Señor y Salvador. Rechazo a Satanás y a su mundo de tinieblas. 

Entrego mi vida a Jesús para que limpie y restaure. Envía a tu Espíritu Santo para que fortalezca mi fe y me guíe todos los días de mi vida. Quiero vivir una relación de comunión e intimidad contigo, depender de tu Espíritu Santo, enséñame a vivir según tus mandamientos y a meditar en ellos cada día.

Estoy agradecido por tu amor y fidelidad. Hoy me alegro porque llenas mi vida de luz y esperanza. Gracias por escribir mi nombre en tu Libro de la Vida.

En el nombre de Jesús, amén.

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Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.

1 de Juan 5:4
Carlos Chen
Carlos Chen 30 de agosto de 2020
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Condiciones para recibir la bendición de Dios

Escucha nuestro podcast o lee el devocional:

¿Sabes cuales son las condiciones para recibir la bendición de Dios? ¿Quieres recibir su bendición en tu vida? entonces este devocional es para ti.

Dios hace un pacto de bendición con Israel en Deuteronomio 28 1:14. Este pacto está disponible para nosotros.

Este pacto de bendición de Dios tiene 3 condiciones:

  1. La primera condición es ser obediente, Saúl fue desechado como rey de Israel por su desobediencia … Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros.  1 Samuel 15:22
  1. La segunda condición es escuchar su voz, Israel tuvo que esperar 40 años para entrar a la tierra prometida. Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones, Como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto, Donde me tentaron vuestros padres; me probaron, Y vieron mis obras cuarenta años. A causa de lo cual me disguste contra esa generación, Y dije: Siempre andan vagando en su corazón, Y no han conocido mis caminos. Por tanto, juré en mi ira: No entrarán en mi reposo. Hebreos 3: 7 al 8 
  1. Y la última condición es lo que dice Jesús en Juan 14:21  El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.

La manifestación de Dios es nuestra bendición. Tener una relación con Dios a través de su hijo Jesucristo es la mejor forma de amar a Dios. 

¡Conoce a Jesucristo como tu salvador  y reconciliarte con Dios!  Repite conmigo esta oración para recibir la bendición de Dios.

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Oración

Padre del cielo, vengo delante de ti reconociendo que eres el único y verdadero Dios. Con humildad te confieso que soy un pecador. He vivido de una forma que no te agrada y que me ha alejado de ti. Ya no quiero vivir enredado en amarguras, mentiras, odios, decepciones y en inmoralidad. Quiero vivir para ti, Señor Jesús. Por esta razón te pido perdón.

Entiendo que tu amor por mí es tan grande, que enviaste a tu único hijo Jesús, para que muriera en una cruz por mis pecados. Acepto a Jesús en mi corazón como mi Señor y Salvador. Rechazo a Satanás y a su mundo de tinieblas. 

Entrego mi vida a Jesús para que limpie y restaure. Envía a tu Espíritu Santo para que fortalezca mi fe y me guíe todos los días de mi vida. Quiero vivir una relación de comunión e intimidad contigo, depender de tu Espíritu Santo, enséñame a vivir según tus mandamientos y a meditar en ellos cada día.

Estoy agradecido por tu amor y fidelidad. Hoy me alegro porque llenas mi vida de luz y esperanza. Gracias por escribir mi nombre en tu Libro de la Vida.

En el nombre de Jesús, amén.

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1 de Juan 5:4
Carlos Chen
Carlos Chen 30 de agosto de 2020
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El poder de meditar en la Palabra de Dios

A continuación un podcast adicional con una oración para recibir la bendición de Dios:

Escucha nuestro podcast o lee el devocional:

¿Sientes que tus oraciones no son contestadas? ¿deseas recibir la bendición de Dios en todo lo que haces y que Dios haga prosperar tu camino? 

—

Dios fue muy claro con Josué, el sucesor de Moisés cuando le dijo:

Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditaras en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.

Josué 1:8

La meditación diaria en la Palabra de Dios nos ayuda a fortalecer nuestra comunión con el Señor y nos enseña más acerca de la Biblia. 

Estudia constantemente la Biblia a través de la meditación. Medita en ella de día y de noche para asegurarte de obedecer todo lo que allí está escrito. Solamente entonces prosperarás tu camino y te irá bien en todo lo que hagas. 

Es un proceso que requiere compromiso con Dios. La meditación en la Palabra ayudará a reformar tu forma de pensar, a re escribir tus pensamientos. 

Pablo en Romanos nos dice:

No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Romanos 12:2

Renovar nuestros pensamientos es posible al meditar la palabra de Dios. Te ayudará a conocer la voluntad de Dios en tu vida, y estar en su voluntad te bendecirá. 

Cuando no estamos en su voluntad nuestras oraciones no funciona. En Santiago podemos leer:

Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.

Santiago 4:3

Al meditar en su Palabra, comienzas a vivir una vida para agradarle. Y Dios comenzará a escuchar tus oraciones porque pides conforme a su voluntad y no la tuya. Pones a Dios primero.

Muy bien lo dijo Jesucristo en Mateo:

31 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?

32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.

33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.

Mateo 6:31:34

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¡Por eso la meditación es importante para que recibas la bendición de Dios!

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Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.

1 de Juan 5:4

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Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. 1 Juan 5:4